SEGUIR A CRISTO DESDE EL ORDEN SAGRADO DE LOS PRESBÍTEROS
El próximo 7 de octubre, a las 10 am, en la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación, de San Cristóbal, República Dominicana, recibirá su Ordenación Sacerdotal Fray Pedro Luis Marte Díaz. Desde ya invitamos a toda la Familia agustino recoleta, a participar de este gran acontecimiento para nuestra Orden, la Provincia y la Iglesia en general.
El orden sacerdotal es el Sacramento por medio del cual se instituyen ministros sagrados destinados a enseñar, regir y santificar en la persona de Cristo (CIC, c. 1008).
Comprendamos un poco más lo que significa recibir el sacramento del Orden Sacerdotal en el grado de los presbíteros:
El presbítero es sacerdote
Participa de la misión de Cristo sacerdote, celebrando la Eucaristía en memoria suya y en persona de Cristo mismo. Santifica además a sus fieles mediante la celebración digna de los sacramentos y de los sacramentales. Respeta y fomenta la religiosidad popular como una expresión legítima de la fe de su comunidad y enseña a orar a sus hermanos tal como Jesús nos enseñó a orar.
El presbítero es pastor
Unido al Buen Pastor que es Jesús, cuida y guía a sus feligreses, convocándolos y ayudándolos a vivir su fe en una comunidad de amor en la que encuentren el ambiente de la auténtica familia de los hijos de Dios.
El presbítero es maestro
Maestro como Jesús y en nombre de Jesús, enseña no su propia doctrina sino el Evangelio vivo que es Cristo mismo. La Iglesia y su magisterio oficial son su guía.
Pero el sacerdote no es un simple repetidor de una doctrina aprendida, es, o debe ser, un testigo del Evangelio de Cristo que él debe hacer suyo, de tal modo que su enseñanza sea más por el ejemplo que por la palabra.
La predicación en la santa Misa es el momento más importante de su ser maestro y, además, una oportunidad preciosa de hacer llegar a los fieles la Palabra.
El presbítero religioso
En nuestro caso particular, aquellos hermanos que han sido llamado al Orden sagrado del Presbiterado, reciben con filial protección la ordenación sacerdotal siendo religiosos de votos perpetuos, y con mayor esmero la protección de la comunidad en la vida fraterna a ejemplo de Cristo con los Apóstoles. Además de la promesa de obediencia al superior legítimos en la Orden de los Agustinos Recoletos, ahora por la incorporación al orden sagrado de los presbíteros, también debe obediencia al obispo diocesano, ya que el presbítero participa del sacerdocio de Cristo unido al obispo y a sus hermanos sacerdotes con los que forma el presbiterio.
- Published in NOTICIAS
ÓLEO DE SAN EZEQUIEL MORENO
La Parroquia de Santa Rita de Madrid enriquece su acervo artístico con un bello óleo de san Ezequiel Moreno
A san Ezequiel Moreno (1848-1906), santo agustino recoleto nacido en Alfaro (La Rioja, España), cuyos restos mortales descansan en la capilla a él dedicada junto a la basílica de la Virgen del Camino de Monteagudo (Navarra), los Agustinos Recoletos le tributan especial veneración, por lo que la Parroquia de Santa Rita encargó al pintor Santiago Bellido Blanco que pintara una imagen del santo alfareño para fomentar la devoción de los fieles.
Al remodelar la cripta de San Nicolás de Tolentino, situada debajo del templo, se vio que era el momento de encargar una imagen de san Ezequiel Moreno, al quedar limpio un amplio paño en el muro del atrio de la misma cripta, donde podría ubicarse el cuadro.
Tomada la decisión de conseguir una imagen, el párroco fray Alberto Moreno dio los pasos necesarios para entrar en contacto con Santiago Bellido, cuyo estilo pictórico era conocido por haber trabajado anteriormente para los Agustinos Recoletos.
Se le encargó un óleo que hiciera juego por su tamaño con el Cristo de la Reconciliación, del escultor Martínez Penella, colocado en el paño del muro frente al que se colocaría a san Ezequiel Moreno. Por lo tanto, de grandes dimensiones. Vino Bellido un día, tomó mil medidas y, como ya conocía la vida y milagros del santo que iba a representar, comenzó su obra, un óleo sobre lienzo de 1,60 de ancho por 2,60 metros de alto. Prácticamente han sido doce meses los que Bellido ha estado pensando, imaginando y componiendo su magnífica obra, siempre abierto a consultas y sugerencias. El 4 de septiembre la dio por finalizada, una vez que le imprimió dos capas de barniz.
Se le preguntó a Bellido qué nombre daba a este cuadro. Su respuesta fue: “para mí sencillamente San Ezequiel Moreno”, que describe así:
El santo aparece centrado, personaje principal, ordenando la composición de una forma noble y estable.
Tres figuras acompañantes lo rodean, ordenando una diagonal lírica que recoge los rostros de todos los personajes. Se han elegido rasgos raciales representantes de los lugares donde el santo ejerció su misión: el muchacho es filipino, el hombre es americano y la mujer es europea. A la vez, cada una es un símbolo de las tres virtudes teologales. El muchacho, iluminado y vestido de blanco, y en actitud de recepción y alegría simboliza la fe. La mujer mendicante atendida por san Ezequiel representa la caridad. Y el hombre que acude al santo con preocupación representa la esperanza. Quiere esta figura expresar la enfermedad, que se marca como un corpúsculo en su pecho, y acude al santo en busca de alivio y curación.
Tras ellos se alza con una presencia poderosa en la composición, pero discreta en la figuración, una mula. Quiere reflejarse la azarosa vida del santo, poblada de anécdotas relacionadas con sus accidentados viajes en los que se hacía acompañar por este animal de carga. La mula sirve de fondo a las figuras, y con una silueta horizontal complementa la vertical del santo y divide el cuadro en dos campos.
En el primer plano, las figuras adquieren un carácter escenográfico, más dramático y con elementos barrocos en tonos y ordenación. Más allá de la mula, aparece un colorido paisaje en el que se observa el convento de Nuestra Señora del Camino de Monteagudo, en una fase constructiva atribuible al siglo XIX. El paisaje sigue una coloración más moderna y en él se adivina una naturaleza atmosférica y real. La situación del convento construye una nueva diagonal dramática que equilibra la anterior y ayuda a percibir un triángulo clásico en el primer plano.
El paisaje superior, con su coloración naturalista ofrece la visión de un mundo idealizado. El convento como lugar de ilusión, donde se busca la armonía y la perfección, relacionando lo divino con la belleza. En la parte inferior, el claroscuro. No es un mundo exento de luz, belleza y alegría, pero no niega la dificultad y el dolor. En todo momento se ha querido evitar en la visión general del cuadro un ambiente de dramatismo pesado; por ello el color buscado quiere mostrar la alegría de la vida de santidad. Por ello también se ha elegido una representación joven del santo, más inspiradora e ilusionante.”
Santiago Bellido
Tomado de sitio web: Provincia de San Nicolás de Tolentino
https://www.agustinosrecoletos.org/actualidad/19021/la-parroquia-de-santa-rita-de-madrid-enriquece-su-acervo-artistico-con-un-bello-oleo-de-san-ezequiel-moreno
- Published in NOTICIAS
NUEVOS RELIGIOSOS SOLEMNES PARA LA ORDEN Y LA PROVINCIA
El sábado 16 de septiembre, en la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación, Bogotá, emitieron su profesión solemne en la Orden de Agustinos Recoletos, los Frailes Juan Manuel Garzón Santafé y Joe Jair Carabalí González. La celebración de la Eucaristía inició a las 10:00 a.m. presidida por Fray Juan Pablo Martínez Peláez, vicario provincial, delegado a su vez por el Prior provincial para recibir públicamente la Profesión de los Votos solemnes; concelebraron además algunos de los religiosos que por estos días participaron del encuentro de priores, ecónomos, Delegaciones y Vicaria de los países donde la provincia hace presencia. Sin duda alguna nos acompañaron en la celebración, los familiares de los neoprofesos, las Monjas Agustinas Recoletas de vida contemplativa, Misioneras Agustinas Recoletas, Agustinas Recoletas de los Enfermos, representaciones de otras órdenes religiosas como Franciscanos, Orden de San Agustín y congregaciones cercanas a nuestra Familia agustino recoleta.
Recordemos algunos de los puntos de reflexión en la homilía en el marco de este gran acontecimiento.
El presidente inició la homilía con el saludo extensivo a todos los territorios que conforman la Provincia de la Candelaria, a los presentes y a quienes participaron a través de la transmisión virtual. Sumó como elemento de inicio de la reflexión la importancia de reconocer el querer y proceder de Dios, manifestado en el antiguo testamento, haciendo partícipes a personas concretas, seres humanos llamados por Él mismo para realizar y llevar a cabo lo que entendemos como historia de la Salvación. El llamado de Abraham, la elección de José, el llamado de Moisés la unción de David y Salomón, el llamado y las tareas encomendadas a los profetas y mujeres, constituyeron la plena revelación del proyecto salvífico de Dios que alcanza su plenitud en Jesucristo y se consuma en él mismo. Sin duda alguna el llamado de los apóstoles, los 12, y también los que llamó después, e incluso a Nuestro Padre San Agustín, el Señor nos llama y se fía de nosotros.
Así como el Señor llamó a un sin número de personas, de igual manera 9 años atrás fijó su mirada en fray Juan Manuel Garzón Santafé y fray Joe Jair Carabalí González, eligiéndolos desde el seno materno, cada cual con su historia personal concreta. Es el Señor quien planta la semilla de su palabra y espera los frutos.
Fray Juan Manuel Garzón Santafé y Fray Joe Jair Carabalí González, recibieron el consejo y la reflexión a través de la recopilación de los acontecimientos importantes de sus vidas, en la cual la contribución y apoyo familiar ha sido fundamental en todo el itinerario de la formación humana y espiritual.
Les exhorta además a comprender que “el Señor llama e invita a su seguimiento, pero no ofrece seguridades”, un llamado a dejarlo todo, pues esa persona es digna en cuanto se niega a si mismo por el reino de los cielos. Es allí donde se encuentra de alguna manera los Votos que hoy profesan, sintetizados en la renuncia total desde la promesa de la Castidad, Pobreza y Obediencia. Ahora se renuncia a todo, porque se apuesta a más, pues los consejos evangélicos nos hacen merecedores del reino de los cielos en un mundo que va en contravía de los valores, azotado por los conflictos internacionales, familiares y personales. Al igual que pasó con San Agustín, abrazar y profesar los consejos evangélicos a través de los votos religiosos, denota rechazar la idolatría de todas las criaturas, para hacer visible al verdadero y único Dios Viviente.
Les recordó a los neoprofesos que el contenido profético de la vida consagrada, “Es y seguirá siendo una bendición para todos”. Así se fundamenta el ideal de nuestro Padre San Agustín, dejando de lado las ofertas del mundo para vivir en comunidad de hermanos con una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios, para que una vez reunidos en comunidad se enriquezca con el don personal de cada uno, crezca la vida fraterna con las virtudes y talentos que Dios ha depositado en nosotros.
Para concluir la exhortación, se mostró a María como modelo de vida, entrega total a la voluntad del Padre. María en la advocación de la Consolación continuará nutriendo el deseo ferviente de la santificación de la vida consagrada, De la Orden de Agustinos Recoletos y de la Provincia de la Candelaria.
Finalmente, Fray Juan Pablo Martínez Peláez, vicario provincial y presidente de la Eucaristía, interrogó a fray Juan Manuel Garzón Santafé y fray Joe Jair Carabalí González acerca de su decisión, tal como lo manda el orden de la ceremonia; meditaron con el rostro en tierra la intercesión de los santos a través de las letanías cantadas; por último realizaron libre y públicamente la fórmula de la profesión de los consejos evangélicos para toda la vida, a través de los votos de la Pobreza, Castidad y Obediencia, siguiendo la regla de nuestro Padre San Agustín, siendo admitidos a su vez por el presidente e incorporados como hijos de la Provincia de la Candelaria a través de la Bendición Solemne.
- Published in NOTICIAS
BREVE RELIGIOSAS FAMILIAS, 111 años de la Orden de Agustinos Recoletos
111 años de la Orden de Agustinos Recoletos
El 16 de septiembre de 1912 fue promulgado el breve Religiosas familias mediante el cual San Pio X elevó a orden religiosa a los agustinos recoletos.
La Recolección agustiniana, que nació en 1588, encuentra en el 16 de septiembre de 1912 uno de sus hitos históricos. Ese día, el papa San Pio X promulgó el breve Religiosas familias, a través del cual declaraba a los agustinos recoletos orden religiosa. Atrás quedaban otros 324 años en los que los religiosos recoletos habían caminado los senderos de la historia, haciendo realidad el sueño de San Agustín.
En el documento, el Pontífice reconoció que a lo largo de la historia los recoletos habían dejado un magnífico testimonio de afán apostólico, subsistiendo el carisma como fuego sagrado hasta que revivió dando abundantes frutos de celo religioso. El breve Religiosas familias fue recibido con alegría por los religiosos, que veían en este importante gesto del Santo Padre el reconocimiento, la gratitud y el apoyo a la Recolección.
Un nuevo camino
El breve pontificio consolidó la identidad agustina recoleta y reafirmó el sentido de pertenencia. Cundió enseguida la idea de que el reconocimiento pontificio exigía a todos nuevos esfuerzos en la tarea de reorganizar la vida entera de la Orden: su gobierno, leyes, apostolado, estudios, la formación de sus religiosos… Este acontecimiento, además, impulsó a los religiosos a fortalecer sus lazos con las monjas recoletas, a promover las asociaciones propias y el culto a sus santos.
Los exhortó también a dirigir con gratitud desde la fe una mirada a nuestra historia y de manera particular a este último siglo de la vida y misión de la Orden. Busquemos en ella aquello que da testimonio no sólo de la historia del hombre, sino también de la intervención divina en las vicisitudes humanas.
El texto
El texto de la carta apostólica Religiosas familias fue promulgado únicamente en latín. Estas son las palabras promulgadas por San Pio X en su breve.
Ad perpetuam rei memoriam. — Religiosas familias, quae tum vetustate, tum sodalium in orbe terrarum frequentia, tum praesertim exantlatis laboribus in augenda Dei gloria aeternaque salute hominibus procuranda, optime de Ecclesia sint meritae, de more institutoque Romanorum Pontificum praecipuis honoribus ac privilegiis propensa voluntate decoramus. Nemo itaque ignorat inter sacros huiusmodi coetus iure recensendos esse Augustinianos Recollectos seu Discalceatos Congregationis Hispaniae et Indiarum, qui ad inclytum Ordinem Eremitarum S. Augustini, splendidissimi Ecclesiae luminis, pertinentes, peculiares suos natales venerabili Thomae a Iesu gloriae vertunt, cuius animus in vita ac Passione Ss.mi Redemptoris nostri defixus semper fuit, Eumque imitando feliciter expressit. Ex nobili hac origine mirum est quan tum praedicta Congregatio brevi processerit; nam non modo in Hispanus, verum etiam in America meridionali, in Iaponia et in longinquis insulis Philippinis, a doctis sanctisque viris, quorum multi martyrium fecerunt, cohonestata, luculentum apostolici studii ubique dedit testimonium. Quod quidem laudis praeconium cum ceteris eiusdem Congregationis provinciis, tum potissimum est illi tribuendum quae, a S. Nicolao Tolentinate nuncupata, in dictis Philippinis insulis pro viribus adlaboravit ut Christi nomen longe lateque propagaretur. Haec enim provincia, Deo adiuvante, tamquam sacer extitit ignis, quo Recollectorum familia iterum alta, in veteribus regionibus, ubi iniuria temporum oppressa fuerat, magna cum spe revixit, atque uberiores religiosi sui ministerii edidit fructus. Consentaneum igitur esse Romani Pontifices, decessores Nostri, existimarunt, hoc Augustinianae Recollectionis institutum singularibus privilegiis indultisque augere, et Nos eodem consilio permoti, vota ac preces dilecti filii Francisci Sádaba a Virgine Carmeli, Procuratoris generalis, qui novas a Nobis gratias pro hac sua Congregatione nasuta vit, benigne excipienda censuimus. Quare Augustinianos Recollectos seu Discalceatos e Congregatione Hispaniae et Indiarum peculiari benevolentia complectentes, eorumque incremento ac prosperitati consulere, quantum in Domino possumus, volentes, praesentium tenore, apostolica auctoritate Nostra, perpetuum in modum concedimus ac largimur, ut in posterum supremus eiusdem Congregationis Moderator, qui huc usque Vicarius generalis appellatus fuit « Prior generalis Ordinis Eremitarum Recollectorum S. Augustini » vocari possit ac debeat. Pari autem auctoritate Nostra concedimus, ut tum huic Priori generali, tum generali memoratae Congregationis Procuratori locus assignetur in Cappella Papali, et respective in functionibus, quibus ex pontificia concessione intersunt ceteri generales Ordinum Moderatores. Denique quo potius benevolentiae Nostrae eidem bene inerenti Congregationi exhibeamus documentum, hisce item Litteris potestatem perpetuo facimus, cuius vi praefatus supremus Moderator Augustinianorum Recollectorum eadem facultate polleat, qua ex huius S. Sedis concessionibus utitur dilectus filius Prior generalis pro tempore Ordinis Eremitarum S. Augustini quod ad Sodalitia Ss. Ritae a Cassia et Clarae a Cruce de Montefalco, nec non quod ad sacrum Scapulare Deiparae Virginis a Bono Consilio. Decernentes praesentes litteras firmas validas efficaces semper existere et fore suosque plenarios et integros effectus sortiri et obtinere, illisque ad quos spectat et in posterum spectabit in omnibus et per omnia plenissime suffragari; sicque in praemissis per quoscumque iudices ordinarios et delegatos iudicari et definiri debere, atque irritum esse et inane si secus super his a quoquam, quavis auctoritate, scienter vel ignoranter contigerit attentari. Haec vero impertimus, derogantes de Nostro Motu-Proprio diei VII aprilis anno MCMX quod ad necessitatem per supremam sacram Congregationem S. Officii concessas indulgentias recognoscendi, ac non obstantibus Nostra et Cancellariae apostolicae regula de iure quaesito non tollendo, aliisque Constitutionibus et Sanctionibus apostolicis in contrarium facientibus quibuscumque.
Datum Romae apud S. Petrum, sub annulo Piscatoris, die XVI septembris MCMXII, Pontificatus Nostri anno decimo.
La traducción original del texto latino que otorgaba la independencia jurídica a los Agustinos Recoletos es ésta:
Para perpetua memoria. A las familias religiosas que se han distinguido en el servicio de la Iglesia, bien por su antigüedad, bien por el número de sus miembros a lo largo y ancho del mundo o, sobre todo, por su empeño en acrecer la gloria de Dios y la salvación de los hombres, tenemos por costumbre favorecerlas con honores y privilegios singulares, siguiendo la tradición de los romanos pontífices. A nadie se le oculta que los agustinos recoletos o descalzos de la congregación de España e Indias merecen un puesto entre estas familias. Pertenecientes a la ínclita orden de la brillantísima lumbrera de la Iglesia san Agustín, tuvieron su origen en el venerable Tomé de Jesús, que vivió siempre con el ánimo fijo en la Pasión de Nuestro Santísimo Redentor, a quien con su vida hizo felizmente presente en el mundo. Con tan noble origen, no es de extrañar que dicha congregación se multiplicara tanto en tan poco tiempo, no sólo en España sino en América del Sur, en Japón y en las remotas islas Filipinas, dejando por doquier el magnífico testimonio de sus afanes apostólicos por medio de hombres santos y doctos, muchos de los cuales alcanzaron el martirio. Este elogio alcanza a todas las provincias de la congregación, pero lo merece de modo especial la de san Nicolás de Tolentino, que tanto ha trabajado por difundir el nombre de Cristo a lo largo y ancho de Filipinas. Con la ayuda de Dios, esta provincia subsistió como fuego sagrado que hizo revivir a la familia recoleta en las regiones antiguas, en las que, por la injuria de los tiempos, había quedado adormecida, y en las que actualmente está produciendo abundantísimos frutos de celo religioso. En consecuencia, nuestros predecesores en la sede romana creyeron oportuno distinguir al instituto de los agustinos recoletos con privilegios y gracias particulares. A nosotros también nos parece justo atender a las preces y súplicas de nuestro amado hijo, Francisco Sádaba de la Virgen del Carmen, procurador general, que nos ha solicitado nuevas gracias para su congregación. Por lo cual, mirando con particular benevolencia a los agustinos recoletos o descalzos de la congregación de España e Indias y anhelando su desarrollo y prosperidad, en cuanto en el Señor está de nuestra parte, con autoridad apostólica, les concedemos y otorgamos que su supremo moderador, a quien hasta ahora se ha llamado vicario general, en adelante y para siempre, pueda y deba llamarse prior general de la orden de ermitaños recoletos de san Agustín. Con la misma autoridad, otorgamos que tanto al prior general como al procurador general de la mencionada congregación se les reserve lugar en la capilla papal y en las funciones a las que, por concesión pontificia, asisten los demás superiores generales de las órdenes. Por último, para mostrar mejor nuestra benevolencia a la benemérita congregación, por estas mismas letras concedemos a perpetuidad que el prior general de los agustinos recoletos goce de las mismas facultades que, por concesión de la Santa Sede, tiene el amado hijo prior general actual de la orden de ermitaños de san Agustín respecto a las cofradías de santa Rita de Casia y de santa Clara de la Cruz de Montefalco, e igualmente en cuanto al sagrado escapulario de la Madre de Dios, Virgen del Buen Consejo. Decretamos que las presentes letras permanezcan siempre válidas, firmes y eficaces, y que en adelante surtan efectos plenos e íntegros; que sean acatadas en todo y por todo por aquellos a quienes afectan o puedan afectar en el futuro, y así las han de juzgar y definir cualesquiera jueces, tanto ordinarios como delegados. Y si sucediere que, a sabiendas o por ignorancia, alguno no las respetara, su sentencia sea nula e inválida, cualquiera que sea su autoridad. Todo lo cual lo concedemos derogando nuestro motu proprio del día 7 de abril de 1910 sobre la necesidad de que sean revisadas por la sagrada congregación del Santo Oficio las indulgencias concedidas, y no obstante nuestra norma, y la de la cancillería apostólica, de no revocar los derechos adquiridos, y cualesquiera otras constituciones o sentencias apostólicas que se pudieran alegar en contrario.
Dado en Roma, en San Pedro, con el anillo del Pescador, el 16 de septiembre de 1912, año décimo de nuestro pontificado
- Published in NOTICIAS
REUNIÓN DE PRIORES, ECÓNOMOS LOCALES, VICARIO ESPAÑA Y DELEGACIONES
Nuestra Provincia está llevando a cabo la reunión de Priores, Ecónomos locales, Vicario en España y delegados provinciales en Panamá, Guatemala y República Dominicana, la cual tiene lugar en la sede de la Curia Provincial del 13 al 15 de septiembre. La apertura de la reunión fue precedida por el saludo a los frailes por parte del Prior General Fray Miguel Ángel Hernández Domínguez.
Este encuentro fraterno permite realizar un análisis de las decisiones determinadas por el 81 capítulo provincial en el Proyecto de vida y misión de la provincia, así mismo se está realizando un análisis del devenir de las comunidades locales, ubicadas en las distintas demarcaciones de la jurisdicción de la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria. Los invitamos para que nos unamos en oración este jueves 14 de septiembre, para que el Espíritu Santo derrame su gracia en nuestros hermanos reunidos en comunión, para el bien de nuestra provincia y de la Iglesia.
- Published in NOTICIAS
PROFESIONES SOLEMNES EN LA PROVINCIA
El próximo sábado 16 de septiembre, en la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación, Bogotá, emitirán su profesión solemne en la Orden de Agustinos Recoletos, fray Juan Manuel Garzón Santafé y fray Joe Jair Carabalí González. La celebración de la Eucaristía será a las 10:00 a.m. Invitamos a toda la Familia agustino recoleta, a participar de este gran acontecimiento.
La profesión solemne supone la confirmación de la vocación como agustino recoleto, el sí firme y perpetuo a la llamada de Dios. Así lo sentirán los religiosos, aún de votos temporales el próximo sábado 16 de septiembre al realizar sus promesas en el marco de la celebración Eucarística, en la ciudad de Bogotá (Colombia). Es así que con amor profundo a Dios y a la Iglesia, Fray Juan Manuel Garzón Santafé y Fray Joe Jair Carabalí González reafirmarán en su decisión de seguir a Cristo a través del carisma de la Recolección agustiniana.
La celebración será presidida por el prior provincial de la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria, Fray José David Niño Gómez, acompañado de varios religiosos, religiosas, fieles, familiares y miembros de la comunidad parroquial.
- Published in NOTICIAS
LOS PANECILLOS DE SAN NICOLÁS DE TOLENTINO
Cada 10 de septiembre, en la festividad del santo agustino, se bendicen y reparten unos panecillos recordando un episodio de su vida.
Está concluyendo el siglo XIII. En el convento agustino de Tolentino, en la región italiana de Las Marcas, vive un religioso ya con fama de santidad en vida. Son muchos los pobres que se acercan a él dada su preocupación por todas las almas, especialmente por las que más sufren.
Nicolás, como así se llama este religioso agustino, sufre sin embargo una pesada enfermedad. Padece fuertes dolores de estómago que sobrellevaba con gran paciencia. Por este motivo, apenas ingiere alimentos.
No obstante, sus superiores le habían ordenado comer alimentos más fuertes que los que solía comer, para fortalecer su cuerpo. No tuvo éxito, pues, aunque fue verdaderamente obediente, su salud continúa debilitada.
Durante la noche, Nicolás de Tolentino tiene una aparición. La Virgen María le da instrucciones de que comiera un trozo de pan mojado en agua y luego se lo comiera. Con eso, asegura María, se curará por su obediencia.
Y San Nicolás se curó. Como gesto de agradecimiento y fidelidad, comenzó a bendecir trozos de pan y a repartirlos entre los enfermos. Los panes benditos del santo agustino curaron milagrosamente a miles de personas, de igual forma que le había ocurrido a él.
Por este motivo, el 10 de septiembre, festividad de San Nicolás de Tolentino, en muchas parroquias se bendicen durante la eucaristía de su fiesta panecillos que después son repartidos a los fieles. Así se recuerda uno de los capítulos más bellos de la vida del religioso agustino.
Extractado: Sitio web OAR
- Published in NOTICIAS
SEMANA DE ORACIÓN POR LA PAZ.
Desde el pasado domingo 3 de septiembre hasta el día 10, Colombia vivirá la versión número 36 de Semana por la Paz que tendrá como tema central “Juntanzas creadoras de paz”. Por parte de la Iglesia Católica, el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Caritas colombiana, la Comisión Nacional de Conciliación y la Oficina de Relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal, serán las instituciones encargadas de animar la puesta en marcha de esta jornada a nivel nacional.
La Semana por la Paz es un proceso de movilización ciudadana que tiene por objeto visibilizar el esfuerzo de colectivos, organizaciones, instituciones, líderes y lideresas, quienes aportan acciones para la búsqueda de la Reconciliación y la construcción de Paz en el país. Desde 1987, el 9 de septiembre, en el marco de la conmemoración del día nacional de los Derechos Humanos y de San Pedro Claver, quien es considerado el padre de estos.
Durante esta Semana por la Paz 2023, enmarcada en la fiesta de San Pedro Claver, conocido como el patrono de los derechos humanos, en la que participan múltiples instituciones y organizaciones de la sociedad civil, como es costumbre, cada una de las jurisdicciones eclesiásticas o iglesias particulares del país desarrollará actividades con sus comunidades bajo el propósito de seguir animando esta necesaria búsqueda de reconciliación y paz en Colombia, con espíritu sinodal, tal y como lo propone el papa Francisco.
En palabras de S.S San Juan Pablo II, “el testimonio de caridad sin límites que representa San Pedro Claver, sea ejemplo y estímulo para los cristianos de hoy en Colombia y en América Latina, para que, superando egoísmos e insolidaridades, se empeñen decididamente en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y acogedora para todos.” Santuario de San Pedro Claver – Cartagena, Colombia 6 de julio de 1986
Extractado: Conferencia Episcopal Colombiana. https://bit.ly/semanaporlapaz2023
- Published in NOTICIAS
CEREMONIA DE POSESIÓN DE FRAY MARTÍN JAVIER BERÁSTEGUI
El pasado 27 de agosto, fiesta de Santa Mónica, se llevó a cabo la ceremonia de Posesión del Párroco Fray Martín Javier Berástegui, de la parroquia San Lucas Evangelista, en Costa del Este, Ciudad de Panamá. La celebración de Posesión estuvo presidida por Mons. José Domingo Ulloa, O.S.A, Arzobispo Metropolitano de Panamá.
Fray Martín Berástegui nace en Yábar, Navarra, España el 4 de septiembre de 1941. Hijo de José y Josefa.
Hizo toda su formación en Pamplona y se ordenó sacerdote el 1 de agosto de 1965. Ejerció su ministerio en el campo de la educación y en la acción pastoral, primero en España y luego en América Latina; en países como República Dominicana, Guatemala y Panamá.
En la actualidad, además de párroco de San Lucas, es el delegado de los religiosos agustinos recoletos que residen en Panamá.
- Published in NOTICIAS
JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN
«Que la justicia y la paz fluyan» es el tema del tiempo ecuménico de la Creación de este año, inspirado en las palabras del profeta Amós: «Que el derecho corra como el agua, y la justicia como un torrente inagotable» (5,24).
El 1 de Setiembre se celebra ¨La Jornada Mundial por el cuidado de la creación”. Con esta Jornada comienza el Tiempo ecuménico de la Creación que se cierra el 4 de octubre, Día de San Francisco de Asís, patrón de la ecología. «Que la justicia y la paz fluyan» es el tema que propone el papa Francisco para este año.
En el “Mensaje para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación” el papa Francisco nos interroga:
“¿Cómo podemos contribuir al río poderoso de la justicia y de la paz en este Tiempo de la Creación? ¿Qué podemos hacer nosotros, sobre todo como Iglesias cristianas, para sanar nuestra casa común de modo que vuelva estar llena de vida? Debemos decidir transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad.” …”Que en este Tiempo de la Creación, como seguidores de Cristo en nuestro común camino sinodal, vivamos, trabajemos y oremos para que nuestra casa común esté llena nuevamente de vida. Que el Espíritu Santo siga aleteando sobre las aguas y nos guíe a la «renovación de la superficie de la tierra» (cf. Sal 104,30).
Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación
La Santa Sede hace público el jueves 25 de mayo de 2023 el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación, que se celebra el 1 de septiembre.
Tomado de: https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/pont-messages/2023/documents/20230513-messaggio-giornata-curacreato.html
MENSAJE DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
PARA LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN
1 de septiembre de 2023
Queridos hermanos y hermanas:
“Que la justicia y la paz fluyan” es el tema del Tiempo ecuménico de la Creación de este año, inspirado en las palabras del profeta Amós: «Que el derecho corra como el agua, y la justicia como un torrente inagotable» (5,24).
Esta expresiva imagen de Amós nos dice lo que Dios desea. Dios quiere que reine la justicia, que es esencial para nuestra vida de hijos a imagen de Dios, como el agua lo es para nuestra supervivencia física. Esta justicia debe surgir allí donde sea necesaria, no esconderse demasiado en lo profundo o desaparecer como el agua que se evapora, antes de podernos sostener. Dios quiere que cada uno busque ser justo en cada situación; se esfuerce siempre en vivir según sus leyes y, por tanto, en hacer posible que la vida florezca en plenitud. Cuando buscamos ante todo el reino de Dios (cf. Mt 6,33), manteniendo una justa relación con Dios, la humanidad y la naturaleza, entonces la justicia y la paz pueden fluir, como una corriente inagotable de agua pura, nutriendo a la humanidad y a todas las criaturas.
En julio de 2022, en un hermoso día de verano, medité sobre estos argumentos durante mi peregrinación a las riberas del lago Santa Ana, en la provincia de Alberta, en Canadá. Ese lago ha sido y sigue siendo un lugar de peregrinación para muchas generaciones de indígenas. Como dije en aquella ocasión, acompañado por el sonido de los tambores: «¡Cuántos corazones llegaron aquí anhelantes y fatigados, lastrados por las cargas de la vida, y junto a estas aguas encontraron la consolación y la fuerza para seguir adelante! También aquí, sumergidos en la creación, hay otro latido que podemos escuchar, el latido materno de la tierra. Y así como el latido de los niños, desde el seno materno, está en armonía con el de sus madres, del mismo modo para crecer como seres humanos necesitamos acompasar los ritmos de la vida con los de la creación que nos da la vida». [1]
En este Tiempo de la Creación, detengámonos en estos latidos del corazón: el nuestro, el de nuestras madres y abuelas, el latido del corazón del creado y del corazón de Dios. Hoy no están en armonía, no laten juntos en la justicia y en la paz. A muchos se les impide de beber en este río vigoroso. Escuchemos entonces la llamada a estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y climática, y a poner fin a esta insensata guerra contra la creación.
Vemos los efectos de esta guerra en los muchos ríos que se están secando. «Los desiertos exteriores se multiplican en el mundo, porque se han extendido los desiertos interiores», afirmó una vez Benedicto XVI. [2] El consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas, está perturbando el ciclo del agua en el planeta. El uso desenfrenado de combustibles fósiles y la tala de los bosques están produciendo un aumento de las temperaturas y provocando graves sequías. Horribles carestías de agua afligen cada vez más a nuestras casas, desde las pequeñas comunidades rurales hasta las grandes metrópolis. Además, industrias depredadoras están consumiendo y contaminado nuestras fuentes de agua potable con prácticas extremas como la fracturación hidráulica, para la extracción de petróleo y gas, los proyectos de mega-extracción descontrolada y la cría intensiva de animales. La “Hermana agua”, como la llama san Francisco, es saqueada y trasformada en «mercancía que se regula por las leyes del mercado» (Carta enc. Laudato si’, 30).
El Grupo Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma que una acción urgente por el clima puede garantizarnos no perder la ocasión de crear un mundo más sostenible y justo. Podemos, debemos evitar que se verifiquen las consecuencias peores. «¡Es tanto lo que sí se puede hacer!» (ibid., 180), si, como muchos arroyos y torrentes, al final confluimos juntos en un río potente para irrigar la vida de nuestro maravilloso planeta y de nuestra familia humana para las generaciones futuras. Unamos nuestras manos y demos pasos valientes para que la justicia y la paz fluyan en toda la Tierra.
¿Cómo podemos contribuir al río poderoso de la justicia y de la paz en este Tiempo de la Creación? ¿Qué podemos hacer nosotros, sobre todo como Iglesias cristianas, para sanar nuestra casa común de modo que vuelva estar llena de vida? Debemos decidir transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad.
En primer lugar, ayudemos a este río poderoso transformando nuestros corazones. Esto es esencial si se quiere iniciar cualquier otra transformación. Es la “conversión ecológica” que san Juan Pablo II nos instó a realizar: la renovación de nuestra relación con la creación, de modo que no la consideremos ya como un objeto del que aprovecharnos, sino por el contrario, la custodiemos como un don sagrado del Creador. Démonos cuenta, además, que un enfoque integral requiere poner en práctica el respeto ecológico en cuatro direcciones: hacia Dios, hacia nuestros semejantes de hoy y de mañana, hacia toda la naturaleza y hacia nosotros mismos.
En cuanto a la primera de estas dimensiones, Benedicto XVI señaló la urgente necesidad de comprender que creación y redención son inseparables: «El Redentor es el Creador, y si nosotros no anunciamos a Dios en toda su grandeza, de Creador y de Redentor, quitamos valor también a la Redención». [3] La creación se refiere al misterioso y magnífico acto de Dios que crea de la nada este majestuoso y bellísimo planeta, así como este universo, y también al resultado de esta acción, todavía en marcha, que experimentamos como un don inagotable. Durante la liturgia y la oración personal en la «gran catedral de la creación», [4] recordemos al Gran Artista que crea tanta belleza y reflexionemos sobre el misterio de la amorosa decisión de crear el cosmos.
En segundo lugar, contribuyamos al flujo de este potente río transformando nuestros estilos de vida. A partir de la grata admiración del Creador y de la creación, arrepintámonos de nuestros “pecados ecológicos”, como advierte mi hermano, el Patriarca Ecuménico Bartolomeo. Estos pecados dañan el mundo natural y también a nuestros hermanos y a nuestras hermanas. Con la ayuda de la gracia de Dios, adoptemos estilos de vida que impliquen menos desperdicio y menos consumo innecesarios, sobre todo allí donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles. Tratemos de estar lo más atentos posible a nuestros hábitos y decisiones económicas, de modo que todos puedan estar mejor: nuestros semejantes, donde quiera que se encuentren, y también los hijos de nuestros hijos. Colaboremos en la continua creación de Dios a través de decisiones positivas, haciendo un uso lo más moderado posible de los recursos, practicando una gozosa sobriedad, eliminando y reciclando los desechos y recurriendo a los productos y a los servicios, cada vez más disponibles que son ecológicamente y socialmente responsables.
Finalmente, para que el río poderoso sigua fluyendo, debemos transformar las políticas públicas que gobiernan nuestras sociedades y modelan la vida de los jóvenes de hoy de mañana. Las políticas económicas que favorecen riquezas escandalosas para unos pocos y condiciones de degradación para muchos determinan el final de la paz y la justicia. Es obvio que las naciones más ricas han acumulado una “deuda ecológica” ( Laudato si’, 51). [5] Los líderes mundiales que estarán presentes en la cumbre COP28, programada en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre de este año, deben escuchar la ciencia e iniciar una transición rápida y equitativa para poner fin a la era de los combustibles fósiles. Según los compromisos del Acuerdo de París para frenar el riesgo de calentamiento global, es una contradicción consentir la continua explotación y expansión de las infraestructuras para los combustibles fósiles. Levantamos la voz para detener esta injusticia hacia los pobres y hacia nuestros hijos, que sufrirán las peores consecuencias del cambio climático. Hago un llamado a todas las personas de buena voluntad para que actúen en base a estas orientaciones sobre la sociedad y la naturaleza.
Otra perspectiva paralela se refiere específicamente al compromiso de la Iglesia católica con la sinodalidad. Este año, el cierre del Tiempo de la Creación, el 4 de octubre, fiesta de san Francisco, coincidirá con la apertura del Sínodo sobre la Sinodalidad. Como los ríos que se alimentan de miles de minúsculos arroyos y torrentes más grandes, el proceso sinodal iniciado en octubre de 2021 invita a todos los componentes, en su dimensión personal y comunitaria, a converger en un río majestuoso de reflexión y renovación. Todo el Pueblo de Dios es acogido en un apasionante camino de dialogo y conversión sinodal.
Del mismo modo, como una cuenca fluvial con sus muchos afluentes grandes y pequeños, la Iglesia es una comunión de innumerables Iglesias locales, comunidades religiosas y asociaciones que se alimentan de la misma agua. Cada manantial añade su contribución única e insustituible, para que todas confluyan en el vasto océano del amor misericordioso de Dios. Como un río es fuente de vida para el ambiente que lo circunda, así nuestra Iglesia sinodal debe ser fuente de vida para la casa común y para todos aquellos que la habitan. Y como un río da vida a toda clase de especies animales y vegetales, también una Iglesia sinodal debe dar vida sembrando justicia y paz en cualquier lugar a donde llegue.
En julio de 2022 en Canadá, recordé el Mar de Galilea donde Jesús curó y consoló a mucha gente, y donde proclamó “una revolución de amor”. Escuché que también el Lago de Santa Ana es un lugar de curación, consolación y amor, un lugar que «nos recuerda que la fraternidad es verdadera si une a los que están distanciados, que el mensaje de unidad que el cielo envía a la tierra no teme las diferencias y nos invita a la comunión, a la comunión de las diferencias, para volver a comenzar juntos, porque todos —¡todos!— somos peregrinos en camino». [6]
Que en este Tiempo de la Creación, como seguidores de Cristo en nuestro común camino sinodal, vivamos, trabajemos y oremos para que nuestra casa común esté llena nuevamente de vida. Que el Espíritu Santo siga aleteando sobre las aguas y nos guíe a la “renovación de la superficie de la tierra” (cf. Sal 104,30).
Roma, San Juan de Letrán, 13 de mayo de 2023
FRANCISCO
___________________________________________________________
[1] Homilía junto al Lago Santa Ana, Canadá, 26 julio 2023.
[2] Homilía en ocasión del solemne inicio del ministerio petrino, 24 de abril de 2005.
[3] Encuentro con el clero de la diócesis de Bolzano-Bressanone, 6 de agosto de 2008.
[4] Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, 21 de julio de 2022.
[5] «Porque hay una verdadera “deuda ecológica”, particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por algunos países» ( Laudato si’, 51).
[6] Homilía junto al Lago Santa Ana, Canadá, 26 julio 2023.
- Published in NOTICIAS