Con profunda tristeza, la Orden de los Agustinos Recoletos ha conocido el fallecimiento hoy, 20 de noviembre de 2024, de Monseñor José Luis Azcona Hermoso, que deja un vacío en ella difícil de llenar y una huella imborrable en la Iglesia, a la que sirvió, de manera destacada y comprometida, en la misión pastoral y en defensa de los derechos humanos que desarrolló en la Amazonía brasileña.
Un legado de servicio en la Amazonía
Mons. José Luis Azcona nació en Pamplona (España) el 9 de marzo de 1940, pero vivió con su familia en el pueblo navarro de Dicastillo y cursó su educación secundaria en San Sebastián. Ingresó en la Orden de los Agustinos Recoletos y profesó el 22 de septiembre de 1961 en Monachil (Granada). En la capital de esta provincia estudió Teología. Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1963 en Roma. Siguió con posterioridad sus estudios de Teología Moral hasta conseguir, en 1965, el doctorado en el Instituto de Teología Moral de los Redentoristas (Alfonsiano) de la Universidad Lateranense de Roma.
Los cargos más destacados que desempeñó a lo largo de su carrera eclesiástica fueron, entre otros, los de prior provincial de la Provincia de Santo Tomás de Villanueva (1975-1981), vice-maestro de novicios en el Desierto de la Candelaria, Colombia (1982) y maestro de novicios en Los Negrales, Madrid (1983).
En 1985 marchó a la misión de Marajó, en Brasil. Dos años más tarde, concretamente el 5 de abril de 1987, fue ordenado obispo de la Prelatura de Marajó. En ella, lideró incansablemente las labores de evangelización y trabajó para proteger a las comunidades más vulnerables de la región. Destacó, asimismo, por su lucha contra la explotación humana, la trata de personas y los abusos a los que se enfrentaban los habitantes de la Amazonía.
Unidos en oración
Durante su misión, Mons. José Luis Azcona asumió riesgos e hizo frente a muchas amenazas debido a su postura valiente que mantuvo contra las injusticias. De hecho, su promoción de la justicia social y del cuidado del medio ambiente lo convirtió en un modelo de compromiso cristiano.
La Orden y la Iglesia recuerdan con gratitud su vida de oración, su compromiso y entrega al servicio de los últimos, de los más necesitados.
Pedimos a todos que se unan en oración por su descanso eterno, confiando en que su legado y testimonio apostólico seguirán inspirando a muchos en la búsqueda del Reino de Dios.
Puedes leer esta entrevista del año 2012 a Mons. José Luis y ver esta entrevista del 2022.