Bogotá, D.C. – El pasado sábado 22 de noviembre, el Coliseo del Colegio Agustiniano Norte se convirtió en el epicentro de la fe y la fraternidad durante la realización del «Gran Concierto por la Esperanza». El evento, impulsado por la Pastoral Vocacional de la Provincia de Nuestra Señora de la Candelaria, cumplió con creces su objetivo: unir voces en alabanza y manos en solidaridad.
Una tarde de talento y alabanza
A partir de las 5:00 p.m., los asistentes vivieron una jornada inolvidable marcada por la música y el testimonio. El escenario brilló con la presencia del reconocido cantautor católico argentino Pablo Martínez, quien a través de sus letras profundas y su carisma, invitó a todos los presentes a renovar su esperanza en Dios.
La cuota musical se complementó con la energía y espiritualidad de Hakuna Group Music y la agrupación Tinku, quienes con sus melodías lograron crear una atmósfera de oración, alegría y fiesta comunitaria, propia del carisma agustino recoleto.
Un canto por la Misión
Más allá del espectáculo artístico, el corazón del evento latía por una causa noble. La finalidad principal de este encuentro fue la recolección de fondos para apoyar a los misioneros JAR que acompañaran en el mes de diciembre la Misión de la Orden en Cuba.
Este proyecto misionero no es solo una ayuda material, sino un compromiso vital: los recursos permitirán que un grupo de religiosos de la Provincia, acompañados por jóvenes vocacionales —futuro de nuestra Orden—, puedan viajar a la isla para llevar el mensaje del Evangelio, acompañar a las comunidades y ser testigos de la caridad cristiana.
La Provincia de la Candelaria agradece profundamente a todos los asistentes, colaboradores y artistas que se sumaron a esta causa. Gracias a su generosidad, la «esperanza» dejó de ser solo el nombre de un concierto para convertirse en una realidad tangible que pronto llegará al pueblo cubano.
¡Gracias por hacer parte de esta misión!







