Los seglares agustinos recoletos reunidos en Río de Janeiro, Brasil, con ocasión del Encuentro Internacional de Fraternidades Seglares Agustino Recoletas de 2023, queremos manifestar y compartir con ustedes el siguiente mensaje:
Agradecemos a Dios Padre misericordioso y a la Orden de Agustinos Recoletos por habernos brindado esta hermosa oportunidad de poder vivir con responsabilidad, alegría, esperanza y autenticidad la vocación que hemos recibido.
Durante estos días, hemos podido apreciar en los hermanos de otras latitudes la obra maravillosa del Espíritu Santo en cada uno de ellos. Hemos constatado que la Fraternidad Seglar Agustina Recoleta es un sueño hecho realidad, un sueño que debemos proteger, que debemos cuidar y alimentar constantemente para que perdure en el tiempo y pueda ser conocido y experimentado por muchos otros hermanos.
Nos planteamos como objetivo de este Encuentro Internacional con-celebrar la alegría de ser hijos de Dios guiados por el mismo carisma; compartir la vida, las experiencias, la fe; consolidar el proceso ya avanzado para no tener que siempre comenzar desde cero; comprender la belleza de la vocación laical de los agustinos recoletos; y, por último, construir juntos una respuesta a los nuevos desafíos que se presentan en las Fraternidades Seglares Agustinas Recoletas del mundo entero. Nuestro corazón peregrino se sabe en camino, pues sabemos de dónde venimos, dónde estamos y a dónde queremos ir.
Con ánimo inquieto, empezamos por plantearnos los sueños como horizonte y nos hemos dado cuenta de que queremos seguir soñando los sueños de Dios al estilo de san Agustín y de la recolección agustiniana. Comprendemos también que si los mayores soñamos, son los jóvenes los llamados a profetizar (cf. Joel 2,28).
Somos conscientes de que soplan vientos de renovación en la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta y de que esos cambios pueden traer consigo temores porque, en muchos casos, hemos estado acostumbrados a lo de siempre; quizá porque creíamos que eso era lo mejor. Pero ahora hemos tomado consciencia de que lo mejor, a veces, viene en detrimento de lo bueno y, por ello, estamos decididos a ser los protagonistas del cambio que se nos está pidiendo constantemente en la Iglesia.
Hemos tumbado cualquier resistencia al Espíritu del Señor y queremos que Él, que hace nuevas todas las cosas (cf. Apocalipsis 21,5), también haga una obra nueva en la Fraternidad Seglar Agustina Recoleta.
Hemos analizado nuestra mision en el mundo, pero no nos queremos quedar en lo externo, sino que hemos asumido el reto de ir a lo profundo de nuestro corazón y remar mar adentro; nos hemos dado el tiempo suficiente para escuchar lo que cada uno de nuestros hermanos tenía que decirnos, con fidelidad a las enseñanzas de nuestra santa madre, la Iglesia, y a las enseñanzas de nuestro santo padre san Agustín.
Hemos llegado a la conclusión de que un seglar agustino recoleto es aquél que, luego de una experiencia de encuentro personal con Jesús resucitado, se convierte en peregrino que:
- Peregrina hacia su corazón, donde reconoce su miseria humana y descubre la misericordia de Dios. Allí se encuentra con el Maestro Interior y, como fruto de su conversión decide, con un corazón ardiente: conocerse, aceptarse y trascenderse.
- Peregrina en comunidad, junto a otros hermanos, profesando la fe y alimentándose del Pan de la Palabra y de la Eucaristía, viviendo con una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios.
- Peregrina con alegría hacia otros hermanos necesitados del amor de Dios, y lo hace con humildad y con plena confianza de estar llamados a ser transparencia de la ternura de Dios en el mundo; con san Agustín nos reconocemos fascinados por la dulzura de amar y ser amados.
Estamos convencidos de que somos peregrinos, que nuestro camino es Cristo, y que ese camino es el único que, al igual que a san Agustín, nos llevará a quien es la única Verdad y la Vida en plenitud. Soñamos con una Fraternidad Seglar en la que, aunque tengamos diferentes lenguas de origen, todos hablemos un mismo idioma: el amor.
Queremos ser forjadores de una Fraternidad Seglar que mantenga su esencia, que se sienta orgullosa y responsable de ser depositaria del carisma agustino recoleto, pero que también genere los cambios necesarios que le permitan adecuarse a los nuevos tiempos, con docilidad, sin ningún tipo de confrontación, sino permitiéndole al Señor que Él vaya marcando nuestros pasos para llegar a ser una Fraternidad Seglar como Él la ha soñado.
Mientras tanto, en nuestro constante peregrinar, nos comprometemos a generar más y mejores espacios de diálogo fraterno entre nuestros hermanos, para que lo primero que compartamos sea la vida misma. Por lo tanto, nos comprometemos a:
- ocuparnos más por nuestros hermanos orantes y enfermos, a quienes hemos tenido muy presentes durante todos estos días,
- promover las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales de la Orden,
- consolidar el sueño de tener una Fraternidad Seglar Agustino Recoleta comunicada e integrada entre todos los países que la conforman a través de sus respectivos Consejos Nacionales,
- derrumbar cualquier muro que nos esté alejando de nuestros hermanos que, sintiendo el llamado de nuestra espiritualidad agustiniana o queriendo seguir en ella pero en otra etapa de sus vidas, encuentran en nosotros una serie de barreras para integrarse en nuestra gran familia.
No quisiéramos terminar este mensaje sin agradecer a la Curia General de la Orden de Agustinos Recoletos, a la Provincia de Santo Tomas de Villanueva y a todos los frailes que nos han acompañado durante estos días por su hospitalidad, cariño y entrega total.
Le manifestamos también nuestro especial cariño y eterno reconocimiento al Equipo Internacional que ha organizado este Encuentro Internacional y que han conseguido que, desde cualquier punto de vista, sea un éxito para la gloria de Dios y de nuestra querida Orden.
Que Dios nuestro Padre, por la intercesión de María, Reina y Madre de la Consolación, san Agustín, nuestro padre y santa Magdalena de Nagasaki, nuestra Patrona, derrame sobre cada uno de ustedes todas las bendiciones posibles.
En Río de Janeiro, a los 16 días del mes de noviembre del año 2023.