La Familia agustino recoleta se prepara para celebrar el 436 aniversario de la Recolección Agustiniana el 5 de diciembre. Con motivo de esta conmemoración, el Prior general, Fr. Miguel Ángel Hernández Domínguez, ha compartido un mensaje en el que reflexiona sobre el significado profundo de la Recolección en el contexto del cercano Año Jubilar de 2025, cuyo lema es «Peregrinos de la esperanza». Este lema, afirma el Prior general, conecta profundamente con el carisma de la Recolección, un viaje hacia la plenitud en Dios y hacia el interior de cada persona.
Fr. Miguel Ángel describe al recoleto como un peregrino, no solo del camino exterior hacia Dios, sino también del camino hacia el interior del alma, un «peregrinar activo por el que el hombre disgregado y desparramado por la herida del pecado, movido por la gracia, entra dentro de sí mismo, donde ya lo está esperando Dios». Esta llamada es una invitación a cuestionar nuestro entorno y buscar la verdad, a no conformarnos con la superficialidad, y a mantener siempre viva la llama de una insatisfacción creativa que nos impulse al crecimiento espiritual.
El Prior general también reflexiona sobre la importancia del silencio, la soledad y la oración como pilares de la vida recoleta, ya que estos nos permiten entrar en las profundidades de nuestro ser y establecer un encuentro verdadero con Dios. «La soledad no representa una huida ni una forma de escapar de las personas; al contrario, es la creación de un espacio único que permite ir al encuentro consigo mismo y, a su vez, con Dios. La soledad implica comparecer con valentía ante el propio misterio, que a menudo resulta ser difícil de aceptar». Este misterio, nos recuerda Fr. Miguel Ángel, «solo se puede acoger con el corazón». El silencio, lejos de ser ausencia de palabras, es «la capacidad de adquirir la sensibilidad necesaria para escuchar la voz de Dios» y conocer mejor nuestro propio corazón.
«Muchos mal llamados peregrinos, en realidad, no pasan de meros turistas»
En este 436 aniversario, el Prior general nos invita a recordar que no somos «turistas» en nuestra vida espiritual, y agrega: «Muchos mal llamados peregrinos, en realidad, no pasan de meros turistas». La verdadera recolección no se conforma con la comodidad de una vida sin compromisos; al contrario, es un llamado a ser «peregrinos de la esperanza», aquellos que buscan constantemente a Dios y que comparten el amor y la misericordia con sus hermanos.
La Recolección es un recordatorio de que la búsqueda de Dios no se limita a lo trascendental, sino que también debe abarcar nuestras relaciones humanas, buscando siempre un corazón más fraterno y dispuesto a construir una sociedad más justa y compasiva.
El Papa Francisco, citado por Fr. Miguel Ángel, insta a toda la Iglesia a ser una Iglesia en pie, no una Iglesia sentada; una Iglesia que escucha el grito de la humanidad y actúa, una Iglesia que «camina con el Señor por las sendas del mundo» llevando la luz del Evangelio. En esta línea, el Prior convoca a toda la familia agustino recoleta a ser tejedores de esperanza, una esperanza que se manifieste en acciones concretas y en la atención a los más necesitados.
«Anhelemos una sociedad capaz de compadecerse, perdonar y mirar al prójimo con misericordia; una sociedad que tenga como motor de vida al Dios que se hizo hombre y pasó por este mundo sembrando esperanza en el corazón de cada hombre».
En este aniversario, celebremos la riqueza de nuestra identidad como recoletos: una comunidad que no se conforma, que vive la fe intensamente y que comparte la esperanza. La Recolección, hoy más que nunca, es un llamado a construir un camino hacia dentro, para encontrar la paz de Dios y compartirla con los demás.
Puede leerse el texto completo del mensaje, en español, ingles y portugués, haciendo «clic» AQUÍ.