Nuestros hermanos obispos, de manera especial los eméritos, reintegrados a nuestras comunidades, resumen las palabras del Cardenal, “Yo lo único que he elegido en la vida fue ser Agustino Recoleto, lo otro me ha venido sin yo pedirlo; y ahora que puedo, vuelvo a mis raíces, a lo que yo busqué en mi vida”… son un frailes, frailes con pectoral, con mitra y solideo, pero frailes obispos, revestidos de la gracias de Dios, del episcopado, pero hermanos muy frailes…”
La oportunidad de sinodalidad que tiene la Orden a través del encuentro de los Obispos agustinos recoletos, está dando sus frutos a través de la reflexión, la meditación y la oración.
Desde el día 1 del encuentro se han reconocidos aspectos profundamente enriquecedores, destacando la Importancia del Espíritu Santo, la sinodalidad en su expresión y la fraternidad en la vida de la Iglesia.
Es importante destacar que, a partir de las distintas reflexiones realizadas, Mons. Marín de San Martín, osa, hizo una clara distinción entre la sinodalidad como un modo de ser inherente a la naturaleza de la Iglesia y el sínodo de los obispos como un evento particular dentro de esta vida sinodal. Explicó las características del proceso sinodal: comunión, participación, sentido espiritual, actitud de escucha, discernimiento y evangelización.
Entre otros temas de reflexión, los obispos discutieron en pequeños grupos sobre las instancias de comunión y participación en sus territorios, concluyendo que estas instancias existen y se fomentan con diversos grados de avance, dependiendo de la consolidación de las estructuras eclesiales y de la formación y madurez de los agentes de evangelización. Además, como obispos sucesores de los apóstoles he hijos de San Agustín, obispo, han reflexionado sobre su misión de gobernar, enseñar y santificar al pueblo de Dios, fundamentada en el misterio trinitario. Se subrayó que la constitución jerárquica de la Iglesia no contradice su naturaleza sinodal, donde todos estamos llamados a caminar juntos, escucharnos y acompañarnos en la construcción del Reino de Dios.
Este encuentro, que fue convocado a su vez por el Prior General de la Orden de Agustinos Recoletos, también ha dado su aporte reflexivo en la celebración eucarística con motivo de la pasada fiesta de Santa Rita de Casia. Destacó la importancia de la humildad y el servicio en la vida de un obispo, tomando como ejemplo a Santa Rita de Casia. Resaltó además que, al igual que Santa Rita, los obispos deben ser modelos de fe y perseverancia, inspirando a sus comunidades a vivir el Evangelio con autenticidad y pasión. Por último, subrayó la necesidad de caminar siempre juntos en la sinodalidad, escuchando y acompañando a todos los miembros de la Iglesia.
A las puertas de concluir este fraterno encuentro, también se ha tenido la oportunidad de reflexionar sobre el rol de los obispos eméritos en la vida de la Iglesia y de la Orden, como también la importancia de conocer la red solidaria ARCORES, un proyecto de familia que permite poner en común los proyectos, buscando sinergias para aprovechar al máximo los recursos disponibles. ARCORES es un instrumento que está orientado a captar recursos para movilizar proyectos de promoción humana, consolidándose como una red de solidaridad efectiva.
Ya en el penúltimo día de encuentro, también los obispos participaron en un encuentro fraterno con el Prior general, en el que plantearon libremente diversas cuestiones sobre la vida de la Orden. Se discutieron temas como el espíritu misionero de los religiosos, el estado de las vocaciones y la formación inicial, y la presencia de las Juventudes Agustino Recoletas (JAR) en todos los ámbitos de la Orden.
Como acto conclusivo, los obispos y el Prior General, enviaran un mensaje a toda la Familia Agustino Recoleta en el mundo, una vez se realice la ceremonia de clausura.
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