
En el marco de la Solemnidad de Nuestra Señora de la Candelaria, la celebración de la Jornada de la Vida Consagrada y del Jubileo de la Esperanza, se dio inicio a la peregrinación “Jóvenes peregrinos de esperanza”, coordinada por fray Jhon Eduard Olarte Murillo, promotor vocacional nacional, cuyo objetivo es: Fomentar la conciencia sobre la importancia de orar por las vocaciones, animando a todos los fieles de cada comunidad local a responder con decisión y generosidad a la invitación particular que les ha sido confiada. Esta peregrinación visitará todos los ministerios de la Provincia a lo largo del año.
Mons. José Alejandro Castaño, OAR obispo emérito de Cartago – Valle, durante la celebración de la solemnidad en el Desierto de la Candelaria, realizó en envío de los misioneros junto a la imagen de la virgen y la reliquia de san Ezequiel Moreno, que estarán de visita durante el peregrinaje.
Este 2025, queremos pensar en los jóvenes, pero también en nuestros adultos mayores; los Jóvenes son la esperanza de que Dios sigue actuando, sigue llamando, necesitan recuperar la confianza en la propuesta de Dios y en nuestro testimonio, necesitan ser acercados a experiencias significativas con Cristo, necesitan que confiemos en ellos y les permitamos descubrir a un Dios que los llama y los ama; los adultos mayores, son la memoria viva de nuestra Iglesia, son el oasis y arroyo continuo de oración, es en ellos en quienes debemos depositar nuestra confianza, son ellos quienes siempre permanecen firmes en la oración y nos insisten en perseverar.
Siguiendo el deseo del Papa Francisco, desde la Pastoral Vocacional y Juvenil, se ha propuesto esta peregrinación que involucra a toda nuestra provincia y familia Recoleta, queremos incentivar la oración por las vocaciones y por los mayores; los jóvenes para que no tengan miedo en responder a la llamada y los adultos para que perseveren en la oración al dueño de la mies.
Vivamos este año como un don de Dios, que nuestra peregrinación nos acerque al tesoro espiritual que nos propone la Iglesia, como dice el Papa Francisco: “Es una invitación fuerte a no perder nunca la esperanza que nos ha sido dada, a abrazarla encontrando refugio en Dios” (Spes non confundit 25)